domingo, 17 de abril de 2016

¿Cómo Motivamos a nuestros alumnos?



La teoría de Piaget plantea que el niño nace como procesador de información, es activo y exploratorio por lo que construye “su conocimiento” a partir de la experiencia o la instrucción. El niño tiene un papel preponderante en su desarrollo cognoscitivo, es buscador de conocimiento por lo que desarrolla teorías propias sobre el mundo que le rodea; realiza experimentos continuos de pensamiento y acción, “juega con su conocimiento en desarrollo, realizando actividades espontáneas que extienden y refinan el conocimiento en desarrollo, discute consigo mismo por medio del diálogo interno... cuestiona la veracidad y aplicabilidad de sus teorías, experimenta con el pensamiento, cuestionando sus suposiciones, proporcionando contraejemplos de sus reglas y razonando con base en cualquier conocimiento propio aun cuando éste sea incompleto o su lógica sea errónea. 
El niño utiliza las estructuras cognoscitivas y estrategias de procesamiento disponibles para seleccionar del ambiente lo que le es significativo; lo representa y transforma, es decir, lo acomoda e interpreta. Entonces, el aprendizaje se fundamenta en las acciones físicas, por lo que se dice que al inicio, generalmente, se
“aprende haciendo”. Piaget identifica la motivación interna en la adquisición de conceptos y habilidades, en las operaciones cognoscitivas que conlleva el pensamiento y la solución de problemas. El pensamiento del niño, diferente del adulto, se desarrolla progresivamente con la maduración, realizando cambios constantes en las modalidades de pensamiento hasta la transformación al pensamiento adulto que se caracteriza por cierto equilibrio.

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